Allí estaba yo, viendo cómo se echaba de comer a una manada de vacas
en el monte, cuando de repente un toro se puso "romántico". A penas pude encender la cámara, medir
exposición, disparar... ya había terminado, en apenas unos segundos¡¡¡. Eso sí
que es rapidez. Luego se quejan las mujeres de que los hombres no dedican el
tiempo suficiente a las caricias y arrumacos antes del acto sexual, qué
pensarán las vacas¡¡¡.
La verdad es que fue increíble ver a toda la
vacada, desplazarse monte abajo en busca del alimento, persiguiendo el tractor que distribuía la paja, ver el instinto
animal en estado puro, el instinto de supervivencia, la necesidad animal de reproducirse
para que la especie continúe.
Debe ser la primavera, porque andaban alterados todos los toros ...
Fotógrafo: yo
Lugar: La Maya (Salamanca)
Gracias Domingo¡
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