domingo, 10 de noviembre de 2013

Huelga de recogida de basura y jardineros

Durante estos días estamos sufriendo una desproporcionada huelga de recogida de basura y de los jardineros. Pienso en gran medida, que se trata de una huelga orquestada por los sindicatos contrarios a este gobierno. Se queman contenedores, se vacían cubos de basura por todos sitios, especialmente a las puertas de las entidades bancarias, creo que en esta ocasión nada tienen que ver, pero bueno...ya se aprovecha y se les manda un mensaje "sutil". Por otro lado pienso en que hace años se destruía mucho más empleo y se veía poco movimiento sindical.
 
Por otro lado pienso que los recortes presupuestarios ponen en riesgo que las empresas puedan desarrollar su trabajo de forma viable y sostenible. De hecho pienso ¿porqué se externalizan estos servicios tan importantes? La respuesta es sencilla, para ahorrar dinero. Estas medidas sólo pueden llevar a empresas en apuros, sueldos más precarios, y en definitiva, que los servicios se presten con peor calidad.  Pero también pienso que llenar la ciudad de basura no va a arreglar el problema, se han hecho muchos otros ERES en este país, afectando a muchos otros trabajadores, la solución no puede ser destruir todo. Está claro que la violencia no arregla la violencia.  Hay que pensar en los problemas de salud pública que se pueden generar con esta huelga, afectando a las personas más desprotegidas, personas mayores, niños pequeños...
 
La verdad es que en esta ocasión tengo sentimientos contradictorios, por un lado me apetecería sacar un escobón de casa y empezar a barrer mi barrio -no soporto verlo así, pero por otro lado también siento que algo hay que hacer con esta situación. La presión que se ejerce sobre las clases medias y bajas roza es ya insoportable.
 
Hoy estaba dando un paseo por la calle, iba pensando en todo esto cuando de pronto, he observado como una persona en situación de exclusión social, se encontraba apurando las últimas gotas de varias botellas de alcohol esparcidas en medio de la calle. No importaba si era whisky, ron o ginebra, una tras otra iban cayendo. A mi esta escena me ha dejado tocado. Estas imágenes no te pueden dejar indiferentes. Pienso que la culpa no es sólo de políticos y banqueros, el ciudadano tiene gran parte de culpa. Esta sociedad insolidaria que entre todos vamos construyendo, centrada en los recortes económicos, sociales, persiguiendo una sanidad universal, una educación estupenda, ¿pero donde quedan los valores humanos? ¿la preocupación por tu vecino o amigo? ¿no sentir tristeza al ver a cientos de personas buscando comida en los contenedores de basura cada día?  De esto hemos recortado mucho más en estos últimos años y lo asumimos como borregos (perdón por la expresión), nadie se queja.
 
Creo que España saldrá de esta crisis económica profunda, pero de la crisis socio-cultural lo veo más complicado, por no decir imposible.
 

jueves, 7 de noviembre de 2013

martes, 5 de noviembre de 2013

Los avances de la técnología...



Hoy he estado recordando los tiempos del vinilo. No han pasado tantos años, no soy tan viejo. Recuerdo que mi padre tuvo uno y de pequeño me divertía colocando los discos, bajando y subiendo la aguja, cambiando la velocidad de giro... así pasó, que terminó por estropearse. Recuerdo que el disco habitual que se escuchaba era uno de "Los Brincos", vaya,  quizás soy más viejo de lo que pienso.

He tenido la oportunidad de pasar unos días en un pueblo de Guadalajara y toparme con esta radio antigua, en perfecto estado. He sentido la necesidad de investigar su antigüedad y procedencia. Finalmente y gracias a los avances tecnológicos, vamos, a internet, he localizado la marca y los datos de su fabricación, nada más y nada menos que en el año 1958 fue fabricada en España.

Lugar: Congostrina (Guadalajara)
Fotógrafo: Miguel Ángel Santos Hidalgo



Os dejo el link donde podéis conocer más sobre este aparato, gracias al propietario del dominio (www.radiomueum.org).




Saludos.

Tierras cercanas, aunque no lo parezca...Amanece en Congostrina

Desde Congostrina, pueblo donde todos sus habitantes te hablan como si te conocieran de toda la vida.  Pueblo pequeño, sin ninguna tienda, de hecho, ni se oyen los clásicos claxon del pescadero, carnicero, panadero...

Te quedan ganas de volver, echar en una mochila un bollo de pan, un trozo de queso, colgarte una bota llena de buen vino, unas rosquillas y un termo con un poco de café con leche, salir de casa al amanecer y regresar al caer la tarde.





Lugar: Congostrina (Guadalajara)
Fotógrafo: Miguel Ángel Santos Hidalgo

Saludos.