El sábado quedé con unos amigos para comer y terminamos hablando de política. Parece que esta España sigue dividida. Desde mi punto de vista, existen varios problemas, el primero a comentar es que las leyes no se aplican; se permite a políticos corruptos y demás chorizos seguir disfrutando de todos sus privilegios libres en la calle (algunos hasta declaran abiertamente que se llevaban el dinero a paraísos fiscales en bolsas de basura). Otro problema es que la Ley electoral sigue sin modificarse, me gustaría poder decidir que personas quiero que me representen en las instituciones, sean del partido político que sean, pero algo tan sencillo parece imposible.
La sensación es siempre la misma, da igual que partido gobierne mientras las cosas no cambien, el sentimiento de "a ver que político va a robarme la cartera ahora" se repite siempre. El robo se manifiesta de varias maneras, subidas de impuestos, nombramientos a dedo de familiares y amigos en las instituciones, despilfarro, sobresueldos, comisiones...
La esperanza es lo último que se pierde.
© Miguel Ángel Santos Hidalgo
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