De vuelta al trabajo, la oficina, al ruido urbano que nos acompaña allá donde vayamos; da igual que sea el baño, la cocina, la oficina, el mercado, la piscina; da igual que sean las 8 de la mañana, las 2 de la tarde o las 12 de la noche. Entiendo perfectamente al señor que ocupa esta dos fotografías, que ilustran esa necesidad que a veces tiene el ser humano de disponer de ese ratito de silencio, de retiro, de tranquilidad.
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