Estoy seguro que en alguna ocasión, os habéis quedado mirando fijamente a alguien, con la esperanza de que se gire y os devuelva la mirada. Hace unos días me ocurrió. No por quedarme fijamente mirando a alguien, bueno, no al menos directamente. Me ocurrió por tardón y pesado, no se puede estar media hora para hacer un par de fotos. Que si abre diafragma, sube velocidad, no se que le pasa al balance de blancos que no sale con buen color, ups, no cambie el ISO, me ha salido torcida, le he cortado un brazo, da un poco de aire por arriba, mejor más de cerca...y un largo etcétera de pensamientos y dudas que se le pasan por la cabeza a un fotógrafo aficionado.
En resumen, a la primera nada.
©
Miguel Ángel Santos Hidalgo
|
A la segunda, cazado¡
©
Miguel Ángel Santos Hidalgo
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario