A veces el tiempo nos juega malas pasadas, otras parece que acompaña a tu estado de ánimo, en ocasiones llueve cuando queremos que haga sol y viceversa. Este año ha sido una de las primaveras más lluviosas y frescas que recuerdo.
El pasado sábado me encontraba con la mirada perdida, observando caer la lluvia desde una ventana, pensando cómo me había salvado de acabar empapado por unos minutos.
Aunque parezca mentira, esta fotografía está tomada a la una y media de la tarde. ¿No dan ganas de meterse en la cama, echarse una mantita por la espalda y dormirse un rato escuchando golpear las gotas de agua sobre la ventana?.
Bueno, hoy luce de nuevo el sol. Un sol cálido, "picajoso", arropado por un cielo azul precioso...
Hoy me siento vivo y con buen ánimo¡¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario