Hacía bastante tiempo que no salía a pasear un domingo cualquiera por las calles de Madrid, cámara en mano, buena compañía...lo echaba de menos la verdad.
Empiezas a andar y...leches!! ¡Estoy de suerte! encuentro a unas personas que saben cómo empezó la vida. Sigo mi camino, prefiero seguir viviendo en la ignorancia.
El ambiente de la ciudad mola, el cielo se ve azul, no hay muchos coches en las primeras horas del día...
Primera parada, un cafetito....hay personas muyyyyyy serias desde primera hora.
Decido disfrutar de lo que ven mis ojos, la "city", sus luces, sus gentes... y hago la foto sin mirar por el objetivo, no me creo que haya quedado tan recta (juro que no la he enderezado)
Me resulta divertido y decido hacer alguna prueba más, esta vez no hubo tanta suerte, pero me gusta cómo han quedado... sigo disfrutando de la ciudad.
Hago un robado a mi amiguete guaperas, al "Cayetano Ribera" alcalaíno (siento haberte cortado los pies!!! ).
Personas esperando al autobús...
Personas ¿estirando? después de hacer deporte...
Un señor friolero....
Una chica a la que no le gustan que le hagan fotos...
ummmmm....sin comentarios, bueno, sólo haré uno, el perro parece estar tan aburrido como el dueño, y creo que está mirando al desayuno de la mesa de al lado. Han sido dos comentarios al final.
Paramos a tomar una tortilla, quizás la más rica que he comido en un bar... ha sido la más rica sin dudas. El lugar está tan guarro y tienen tanto polvo en los fluorescentes que hasta le da un encanto especial. Cuidado con la caña que es enorrrrrrrrrme, y con dos sales "achispadillo".
Continuamos el camino y nos encontramos con esta imagen (parecía abducido por la furgo):
Sólo pudimos hacer un par de fotos descolocadas y mal encuadradas, al segundo abrió el portón y empezó a deshacer la cama.
Y no hubo para mucho más.
© Miguel Ángel Santos Hidalgo
No hay comentarios:
Publicar un comentario