Ya se intuía en octubre que algo pasaba cuando los anuncios de la tele de mimosín, ariel o del nuevo récord de platos limpios con el fairy, dieron paso a los anuncios de colonias y de juguetes.
Lo cierto es que los turrones llevan ya unas semanas en las estanterías, ya me he comido un kilo de polvorones, y lo más grave, también hace tiempo que los roscones de reyes ya están disponibles, y la carne es débil.
Me pregunto por qué nos manejan tan fácilmente, "sugiriendo" cuando podemos comprar juguetes, colonias, turrones, etc. Da igual la campaña, el objetivo es el mismo, consumiiiiiiiirrrrrrrrrr¡¡ Os pongo unos ejemplos:
La semana fantástica de El Corte Inglés, en seguida fue acompañada por los 8 días de oro, pero ¿cuánto duran estas campañas?, pues tres o cuatro semanas. ¿Y por qué? porque #El Corte Inglés es muy bueno, y quiere darte más tiempo para que disfrutes de sus grandes ofertas, para que compres tranquilo. También cuentan con la campaña de límite 48 horas, que duraba tres días y encima se repetían durante varias semanas. Lo mismo ha ocurrido con el día sin IVA, que ahora aparece cuando menos te lo esperas, y nunca sabes si dura un día o un fin de semana entero.
Ahora estamos en plena campaña #Black Friday" que hemos interiorizado como algo bueno pero que traducido al español no suena tan bien, "viernes negro". Aunque viendo como están las tiendas estos días, quizás el nombre si que sea acertado. Es una campaña más, dirigida para que compres, consumas, da igual si es una falda, unas zapatillas, un caldo de pollo o una tele. Y como aquí somos muy majetes pues también damos más días, debería llamarse "Black Weekend" pero "fin de semana negro" si que sonaría fatal¡.
Pero hay más, resulta que ya podemos comprar el pino para poner en casa -que cuando llegue la Navidad va a estar tan seco que no va a tener ni ramas para poder colgar las bolitas y el espumillon; y si lo pongo ya ¿qué hago con el árbol mes y medio en medio del salón?
También se ha adelantado la decoración navideña y el encendido de las luces en la ciudad; la Plaza Mayor ya está llena de las casetas típicas para poder comprar los belenes, los adornos, los "caganer", las bombas fétidas, etc.
El que tiene que estar encantado es el chaval de la famosa marca de turrones, que este este año tiene que adelantar las vacaciones y volver antes a casa.
