No se vosotros, pero yo me tomaba un
año sabático y me unía a Imanol Arias y a Juan Echanove y me iba a
recorrer pueblos de España. Ojo, no para ponerme ciego a comilonas hasta
ponerme malo, sino para recorrer cientos de rincones estupendos que
tenemos en nuestro país. Sitios humildes, naturales, tranquilos y
sencillos, donde las cosas importantes están muy alejadas del consumo de la gran ciudad,
lugares donde la decisión importante del día es el nombre que vas a
poner a un ternero recién nacido, y no si comprarte un móvil Androide o
IOS, lugares donde los niños juegan juntos en las calles y plazas, y no
sentados delante de un televisor.
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