Los últimos años se ha ido sustituyendo al personal de limpieza, que actuaban a diario en las calles madrileñas, por personas con maquinas a la espalda, que con el aire empujan y agrupan las suciedades de la calle, lo malo es que sólo aparecen una vez a la semana.
También podría haber titulado esta escena: "En peligro de extinción".