miércoles, 16 de octubre de 2013

Queridos mayores...

Fui un niño afortunado. Pude disfrutar de unos abuelos maravillosos. Me acompañaron en mi niñez, me ayudaron a madurar en la adolescencia. Me dieron muchas cosas, algunas muy valiosas, ninguna material. Lo fundamental, me enseñaron que la felicidad está en las cosas pequeñas. Ellos vivieron de una forma sencilla, pasaban varios meses al año en el campo, lejos de la urbe,  cultivando su huerto, criando sus pollos y gallinas. Su rutina era muy distinta a la mía.  Desayuno, alimentar a los animales, regar y cuidar la huerta, comer, un ratito de siesta, paseo por el pueblo...No hacía falta más.

Recuerdo muchas muchas cosas de mis abuelos, pero la que más me acompaña es recordarles siempre con una sonrisa en la cara, felices¡

Allá donde estéis, deciros que os echo de menos y no os olvido.


PD. Todos los que tengáis abuelos aprovechad cada momento con ellos, es un consejo.

martes, 1 de octubre de 2013

Recetas de supervivencia: Pavo con verduras

La verdad es que dicho así suena simple, con poco glamour. Sin embargo se trata de un plato sencillo, sabroso y muy saludable, además de económico, ¿qué más se puede pedir? 



Ingredientes (para unos 6):
- medio kilo de magro de pavo  (se pueden utilizar otras aves )
- 1 diente de ajo
- media cebolla
- dos zanahorias
- 3 o 4 patatas
- pimienta molida, sal, una pizca de romero y dos hojas de laurel

(se puede completar con un pimiento verde y rojo, setas o champiñon, berenjena, calabacín... lo que más os guste, con cualquier verdura quedará delicioso)

Preparación
Primero de todo es preparar los ingredientes, cómo siempre¡. Picamos el ajo, la cebolla, pelamos y troceamos las zanahorias y las patatas. Ojo con la cebolla si eres persona sensible, te saldrá la lágrima fácil y tu pareja podría pensar que te pasa algo.

Añadimos 4 buenas cucharadas soperas de aceite de oliva y sofreimos unos segundos el ajo, y luego unos minutos la cebolla, a fuego lento para que no se queme -como a mí.









Posteriormente añadimos el pavo troceado, sazonado con sal y la pimienta negra molida, junto con las hojas de laurel y la pizca de romero. Dejamos que se dore unos cuatro o cinco minutos, damos vueltas con una cuchara de madera para que se haga de forma homogénea. 






Luego añadimos un vasito pequeño (vaso de caña) de vino blanco, jerez o un botellín de cerveza y dejamos que se evapore el alcohol (ojo, puedes verte tentado a ponerte unas aceitunas con otra cervecita fresquita, yo aviso...).


Después añadir más o menos un litro y medio de agua (echar a ojo, si echas mucho podrás reservar un poco luego para hacerte una sopa deliciosa y llena de sabor, si echas menos te saldrá una salsa más concentrada y expesa en la que mojarás pan y pan). Rectificar de sal si fuera necesario.

Subir el fuego al máximo y dejar cocer unos minutos. Luego tapar le olla y bajar el fuego al mínimo, en mi caso bajo la vitrocerámica a un tercio de su potencia. A esa temperatura dejar cocer lentamente una hora más o menos. Puedes pinchar a la media hora de cocción y comprobar la evolución. El tiempo total será más o menos de hora y media (vamos, que puedes aprovechar para ver un capítulo de tu serie favorita, ver una peli,  leer ese libro para el que nunca tienes tiempo o lo que se ocurra).

E voila¡¡

Tenía un toque picante de la pimienta negra molida que le iba muy bien¡¡